La sala de baño estaba llena de vapor, la luz que entraba por pequeñas aberturas se chocaban contra el techo iluminando mas la habitación. No entendí la razón del espeso vapor hasta que vi un pequeño manantial que caía hacia la oscuridad de un pozo y de allí ascendía el vapor. Jeb me explico que si te caías hay ya tendrías que decirle adiós a la vida. Me preocupe al no ver ninguna ducha ¿Dónde me bañaría entonces? Jeb me llevo a una pequeña salita completamente oscura y calida, dijo que había una especie de tina. Cuando salí de la habitación oscura unas 4 personas estaban esperando para entrar. Todas me sonrieron, y yo me oculte detrás de Jeb.
La cocina era una habitación rara con techo alto… y no muy ancho. En esta había grandes agujeros para que entrara la luz. Había unas pocas mesas, pero largas. En una de ellas había un grupito de humanos sonriéndome. Jeb continuó hablando pero yo no le preste ninguna atención. También había unos pequeños mostradores en el cual había un gran cubo lleno de pancitos. Detrás de estos había una especie de hornos, no entendí muy bien como funcionaban.
Había unos pequeños jardines del cual crecían zanahorias y otro del cual crecía maíz. Estos recibían la luz solar por unos espejos que había en el techo los cuales la recibían por pequeñas grietas.
Otra habitación negra como el carbón, en la cual Jeb dijo que se organizaban juegos, o incluso tribunales. No entendí muy bien la última parte.
Luego me llevo a una habitación muy iluminada, una clase de hospital. La gran habitación tenía algunas camas y un pequeño escritorio echo a mano. Me sobresalté al ver un hombre apoyado en este.
Jeb golpeteó el escritorio y el señor que dormía se levantó y miro a todos lados desorientado. Luego enfocó su mirada en Jeb.
-Eh... Jeb ¿Paso algo?- susurró todavía medio dormido.
-Quería presentarte a Sarah- el anciano sonrío empujándome por la espalda. Luego se dirigió a mi-: Sarah, él es Doc, el medico de la zona. También tenemos una sanadora, le quitamos el alma y ahora es humana. Se llama Candy.
Doc me miraba maravillado mientras yo escuchaba a Jeb.
-Jeb, ¿Dónde la encontraron?- Doc seguía con la mirada en mi.
-La agarraron entre la multitud y, no saben como podía ser cierto pero ella es humana. Ella asegura que vivió entre las almas sola, ya que su familia no sobrevivió a la invasión.
-¿Sola?- Repitió Doc. Jeb asintió.
-Jeb- dijo una voz detrás de nosotros-. Te busca Wanda.
Yo no volteé a ver quien era pero Jeb y Doc si lo hicieron.
-Dile que ya voy con ella, le buscare una habitación a Sarah- Murmuró Jeb-. Ven con migo- ahora se dirigía a mi.
-Luego te veo, Sarah- Dijo Doc mientras volteaba a para ir con Jeb, yo asentí en signo de respuesta.
La persona que vino a avisarle a Jeb ya se había ido.
Tuve que correr para alcanzar a Jeb. Este cruzó la caverna principal donde había unas pocas personas, y yo lo seguí por los talones. Llegó al otro lado y se metió por una grieta, luego saco una mano y me indicó que lo siguiera. Yo entré pretendiendo no hacer mucho ruido, pero apenas crucé me tope con una roca que me dio en la frente. Gruñí, por suerte Jeb no me escucho. Lo busque con la mano hasta que encontré su espalda y este empezó a caminar.
Llegamos a una zona iluminada, la cual se dividía en diferentes pasillos. En ese sitio nos esperaba Jared, impaciente.
-¿Tenemos espacio?- preguntó Jeb mientras nos acercábamos. Jared me dirigió una sonrisa y luego miró a Jeb.
-La única que nos queda es la habitación de Jamie, podemos ponerle una pared para dividirla o que Jamie valla con algún otro.
-Y la pared… ¿Cuánto tardaría en armarse?
-Estará armada en menos de 5 horas si trabajamos muchos- Jeb asintió pensativo.
No me había dado cuenta de la presencia de Melanie, hasta que Jeb la miró.
-Ve a buscar a Jamie, dile que venga aquí, y luego ve a ver que le pasó a Wanda- Melanie asintió, se alejo de la esquina oscura en la que estaba y se fue por el túnel oscuro de mi espalda.
Jared y Jeb se pusieron a hablar sobre cosas y gente que no conocía. Se sentaron sobre una pared pretendiendo esperar mucho rato. Yo solo me quede parada observándolos conversar.
Transcurrieron más o menos 15 minutos hasta que escuchamos venir unos pasos por el túnel. Me volteé para verle la cara a Jamie, pero el no apareció en el túnel. Solamente se escuchaban pasos viniendo hacia donde yo estaba, pero nadie aparecía. Mi respiración se aceleró. Jeb y Jared se pusieron delante de mi protegiéndome de lo que se acercaba.
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