sábado, 2 de enero de 2010

Cap 4: Odio

-¿Jeb?- murmuró una voz desde la oscuridad de la cueva.
-Si, muchacho- respondió Jeb-. Estoy aquí.
Todos soltaron un suspiro y se relajaron.
-¿Qué paso?- la voz estaba cerca pero no aparecía nadie en aquella cueva.
-Necesitamos hablar contigo…
-¿Qué paso?- repitió. No obtuvo respuesta.
Las pisadas se oyeron mas cerca y de la oscuridad apareció él. Jamie. Mi corazón se agitó y mi respiración se volvió errática cuando el posó sus ojos en mi. ¿Por qué me gustaba tanto?
-¿Qué paso?- volvió a repetir.
-Mira, necesitamos una habitación para Sarah…- comenzó Jared.
-¿Y por que me llaman a mi?- Jamie usaba un tono duro que daba miedo pero nadie le dio importancia.
-… y queremos dividir tu…- continuó Jared.
-No, no, no- Jamie negó con la cabeza y caminó algunos pasos hacia mí-. Ella no va a estar en mi habitación.
-Jamie…
-¡Jamie nada!- el grito retumbó en la cueva-. La habitación ya esta ocupada por dos personas.
Jeb y Jared se quedaron callados procesando esa información.
-¿Dos… personas?- preguntó Jeb, Jared comenzaba a sonreír.
-Chico, si quieres compartir la habitación con Paz no va a haber problema…- dijo Jared todavía sonriendo.
-¿Y entonces por que me dicen que debo compartir la habitación con… esta?
¿Esta? ¿Ese entupido acaba de llamarme “Esta”? Jeb y Jared intercambiaron una mirada y abrieron la boca al mismo tiempo para decir algo, pero ninguno de ellos hablo… la que hablo fui yo.
-Tengo un nombre ¿Sabes?- mi tono estaba lleno de rabia. Jamie me miraba con hostilidad.
-¿Y que?- tuve que contener el impulso de pegarle, no, no podía pegarle, sino me echarían de aquí.
-¿Tienes algún problema?- mi voz sonó justo como la quería; llena de ira. Jamie se encogió en hombros por un momento y luego me volvió a dar la cara.
-Si, en realidad, tengo muchos problemas…
Una mano detrás de mi le dio un zape al muchacho entes de que pudiera terminar de hablar.
-Compórtate- ese era Jeb.
-¿Por qué tendría que comportarme con ella?- Jamie se dio la vuelta para marcharse al ver que nadie respondía, luego se volvió para decir-: Y ni siquiera piensen ponerla en mi habitación- y se fue.
¿Por qué tanto odio? Yo no recuerdo haberlo conocido nunca. El me odiaba por algo que ni siquiera había echo. ¿Por qué me enamoro de la gente equivocada?
Jeb y Jared se quedaron boquiabiertos mirándome.
-Había olvidado lo violento que puede ser un humano…- murmuré.
-Bueno, llamaré a los demás para dividir la habitación- dijo Jeb.
-Jeb, ¿no oíste a Jamie? El no quiere que Sarah este en su habitación.
-El va a seguir teniendo su habitación pero… será mas chica, eso es todo- Jeb estaba equivocado, yo no podía dormir en la habitación continua a la de aquel… humano.
-No- mi voz era firme. Jeb y Jared me miraron-. Debe de haber otro lugar, no quiero que alguien me mate.
-Sarah, no te preocupes. Vamos a dividir la habitación- Jeb me sonreía con confianza.
-No, Jeb…
-Jamie no seria capaz de matarte, Sarah- Murmuró Jared, pero su tono tenia algo de burla.
-Si lo seria, créeme- en realidad no sabia si seria capaz, pero no quería arriesgarme.
-Vamos a dividir la habitación y tú vas a dormir allí- dijo Jeb, su sonrisa se desvaneció. Comencé a negar con la cabeza y Jeb agregó-: Esta es mi casa y son mis reglas.
¿Su casa? No entendí eso, pero no hice preguntas.
-No, no quiero vivir a su lado- esa frase tenia doble sentido pero no le presté atención.
-En ese caso no hay ningún otro lugar para ti…- Jeb cerro la mandíbula con un chasquido de dientes.
-Jeb no pensaras en…- el rostro de Jared era serio, tenso.
-Es la única manera, Jared, es la única que queda- Jeb estaba decepcionado.
-Hay que hablarlo…- comenzó Jared mientras atravesaba la cueva y su voz desaparecía.
¿Qué tenían pensado hacer conmigo?

No hay comentarios: